Empezamos nuevo curso y con «Un café con» Luisa Ezquerra, directora, profesora, locutora y actriz de doblaje. Todo un honor poder contar con ella para este gran comienzo.
¡Hola Luisa! Teníamos muchas ganas de hablar contigo para que nuestros alumnos te conozcan un poco más. Dinos, ¿qué es para ti la locución y el doblaje?
Para mí, locución y comunicación van de la mano. La locución es un arte, el arte de comunicar, ya sea un mensaje publicitario, la historia de un documental, cómo hacer algo (e-learning) o incluso un tutorial, una voz corporativa de una empresa… Eso es lo que sería para mí la locución.
Sin embargo, el doblaje va directamente vinculado a la interpretación con una técnica que en este caso es la sincronía, y con la peculiaridad de que no es una interpretación cómo tú harías, si no que ya te viene dada. Por eso, te tienes que pegar, te tienes que mimetizar con ese/a actor/actriz a la que vas a doblar.
Dado que también eres actriz, ¿te gusta más trabajar con tu imagen o estar delante de un micrófono?
Un actor tiene que desenvolverse en todos los campos. En mi trayectoria profesional, me he desenvuelto más delante de un micrófono, pero si me pongo delante de una cámara también disfruto como una enana, y si me subo a un escenario también. El actor tiene que vibrar en un escenario, delante de una cámara o de un micrófono. A mí me gusta todo, esa es la suerte que tengo.
Hace un año, rodaste una película como protagonista, “La vecina de al Lado”. Hacía mucho que no te ponías en frente de una cámara. ¿Cómo viviste la experiencia?
Para mí dar vida a Leonor en “La Vecina de al Lado” fue una experiencia que disfruté a tope. Lo di todo. Y bueno, que vengan más, porque es maravilloso. No he tenido tantas ocasiones de ponerme delante de una cámara y menos con un personaje tan potente como este, así que por eso fue maravilloso.
¿Y consideras que la formación en interpretación es requisito para este sector?
En el doblaje sí que creo que es un requisito indispensable.
¿Crees que la gente tiene ideas erróneas sobre el sector en cuanto a la dificultad del mismo?
Sí, porque la gente viene muchas veces a la escuela diciendo que quiere doblar, y yo siempre pregunto lo mismo: ¿tienes alguna experiencia o formación actoral?. Es que es como si alguien te dice que quiere ser arquitecto pero el dibujo no se le da bien, entonces es un «apaga y vámonos».
Doblar es muy difícil, o así al menos lo considero yo. Tienes que ser muy buen actor y además se te tiene que dar bien la sincronía, que es la técnica que caracteriza al doblaje. Y es que cuando te pones delante de un micrófono todo es más difícil. El documental, por ejemplo, parece mucho más sencillo de lo que realmente es. Lo tengo comprobado en estos años en la escuela, que la gente se pone delante de un micro y se cree que es fácil, pero tienes que saber controlar el aire, tener un dicción perfecta, hay que tener una lectura a primera vista muy buena porque no te envían los textos a casa… Te enfrentas al texto por primera vez cuando te pones en el atril, entonces son muchos los requisitos para ser un profesional.
De toda tu trayectoria, ¿qué trabajo considerarías que ha sido tu mayor reto?
En mi caso, he compaginado el doblaje con otras facetas, pero destacaría los 2 personajes más relevantes de mi carrera, que serían Lois (Padre de Familia) y Ruth Fisher (A dos metros bajo tierra). He hecho muchos más, pero son los que más relevancia han tenido. También disfruté mucho en los guiñoles de Canal+. Es otro tipo de trabajo, pero ¡caray!, qué lujo, fui afortunada de estar 10 años trabajando allí.
Hablando de los guiñoles, ¿qué recuerdas de aquella época?
Para mí fue una época maravillosa, porque la adrenalina que te produce el directo no es comparable con nada. Yo recuerdo eso del “3,2,1… dentro cabecera”. No te podías confundir, entrabas en directo, ibas a toda velocidad… Lo recuerdo como una gozada y con buenos compañeros, aunque también con mucho estrés, todo hay que decirlo.
¿Y te acuerdas tu primer trabajo en locución y/o doblaje?
En locución no te sabría decir los nombres. Empecé haciendo de narradora en documentales de TVE, y a día de hoy me sigue encantando hacerlos. Me gusta muchísimo el hecho de concentrarte en la historia que estás contando.
En doblaje empecé doblando una protagonista con Hipólito de Diego llamada “Sahara”. Era una película española y fue una experiencia muy interesante. Hipólito era de la vieja escuela. Era muy exigente pero sabía cómo tenía que sacarte y cómo tenías que llevar el personaje. Disfruté mucho de la experiencia aunque vista desde fuera igual dirían ¡cómo es este hombre!. Después repetí experiencia con él en “Amadeus” y considero que fue un lujo.
¿Y cómo ha cambiado la profesión en los últimos años?
Yo soy muy mala calculando el tiempo, pero creo que he vivido los tiempos más bonitos del doblaje. Cuando doblabas con tus compañeros y te relacionabas con ellos. Ahora todo es más frío porque se graba en banda y normalmente con cascos. Lo tienes que hacer todo más deprisa, no tiene nada que ver. Ha cambiado y sigue cambiando. Contra esto tampoco se puede hacer nada, lo único que nos queda es adaptarnos. Renovarse o morir.
En doblaje no existe tiempo para poder preparate el personaje. ¿Cómo captas el carácter y el contexto de una escena sin haberlo visto antes?
Esto de pegarte al personaje nada más verlo lo da la experiencia. Conforme más tienes vas desarrollando una mayor capacidad de observación y reflejos. Yo siempre digo que hay que estar muy concentrado porque los reflejos los tienes que tener a tope. Miras al personaje y entre la pauta que te da el director y lo que tú captas de la cara y de los ojos del actor/actriz sabes cómo llevar a cabo el trabajo. Por eso, creo que tienes que desarrollar muy a fondo los reflejos y tener una gran capacidad de observación, que además te servirá en muchos otros trabajos que no tienen por qué ser doblaje. En resumen, la experiencia.
¿Qué ha significado para tu carrera poner voz a personajes tan famosos como Lois Griffin (Padre de Familia), Ruth Fisher (A 2 Metros Bajo Tierra) o Bonnie Barstow (El Coche Fantástico), entre otros?
Creo que han sido personajes que han calado muy hondo. Porque fíjate, el Coche Fantástico ya tiene años y sin embargo se sigue hablando de ello. Fue una suerte.
Ruth Fisher fue una experiencia porque ese personaje era pff, qué fuerza tenía.
Lois en otro registro es también una suerte porque hemos envejecido juntas. Bueno, quizá yo más que ella, porque no soy un dibujo animado. Pero eso, una suerte. Me siento muy afortunada.
Cuéntanos alguna anécdota divertida que te haya ocurrido durante una grabación.
No te sabría contar ninguna en concreto, porque han sido tantas… No se me ocurre. Lo que he llorado con Ruth Fisher en algunos takes, lo que me he reído con Lois. Bonnie fue de lo primero que hice y recuerdo que tenía muchos nervios…
Por curiosidad, ¿ves las películas en versión original o dobladas?
Yo estudié filología inglesa, y el inglés es una lengua que me apasiona. La verdad es que no le he podido dedicar todo el tiempo de estudio y práctica que a mí me hubiera gustado y ahora es cuando más estoy volcada. Hacer un trabajo de cine en inglés sería… buah, fantástico. Veo las películas en versión original para probarme y ver si entiendo lo que dicen… Es mi hobby. Pero bueno, cuando me interesa ver un trabajo que han hecho mis compañeros las veo dobladas.
¿Qué opinas sobre el trabajo de la locución y el doblaje online?
Ha llegado con los cambios y la evolución. Está aquí y ha venido para quedarse. No hay otra.
Además, también eres directora de doblaje. ¿Prefieres dirigir o poner voz?
Confieso que me atrae más actuar que dirigir. Pero cuidado, dirigir cuando tienes tiempo y tienes una buena película/serie delante también es muy bonito.
¿Qué te impulsó a crear tu propia escuela?
Me llamaron en un momento determinado de otra escuela para dar clases y de repente noté que conectaba muy bien con los alumnos, y bueno, fue Ramiro también el que dijo «adelante». Es otra faceta más de mi profesión. Saber transmitir lo que ha sido tu trabajo, tu profesión, tu pasión a gente que también quiere apostar por aprenderla es muy bonito.
Como profesora, ¿qué es importante para ti a la hora de enseñar?
Para mí es muy importante el respeto al almuno. Me parece fundamental. Se merecen el máximo respeto y sinceridad.
¿Qué consejo le darías a la gente que quiere dedicarse a la locución y al doblaje de manera profesional?
Si les gusta, que perseveren teniendo los pies en la tierra. No es fácil, es un mundo complicado como todos. A la hora de trabajar no hay nada fácil. Y como digo yo siempre: práctica, práctica, práctica, además de mucha perseverancia.
La escuela lleva funcionando desde 2010 y estamos seguros de que han pasado muchos alumnos. ¿Qué has aprendido a lo largo de estos años de toda la gente que ha pasado por aquí?
A mí me han enseñado mucho. A ser mejor profesional y a ser mejor persona. Creo que tengo facilidad para empatizar con la gente y cada alumno es una experiencia y te aporta algo diferente. Yo les debo mucho a nivel personal y profesional.
Para terminar, ¿cómo definirías esta profesión en una palabra?
RETO.
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